domingo, 17 de febrero de 2013

Ok nen.

(Un momento en el que me gustaría estar, pinta muy bien, me lo imagino como un gran momento)
Ojalá gritar en un buen lugar fuera una solución, o quizá ser feliz en lo alto de una montaña soleada; en polar pero aún refresca y es genial. Qué momento. Qué lugar.

(necesito a alguien en mi vida)
No sé quién eres pero ojalá te amara.

(lo agradezco, pero ya toca algo nuevo)
Yo sé disfrutar los buenos momentos y ya nunca espero nada más que algo normal.

(la vida la quiero disfrutar!)
Yo te quiero, pero tengo cataratas.

(mis vaivenes no me dejan)
Ya no sé qué puedo, quizá es lo único que pienso.Qué es esto? esperanza, valentía? quizá sólo lo que viene de serie. Cuántas olas. Cómo marea. No quiero más que tierra.

toco madera.

sábado, 30 de junio de 2012

Si pica, cura.

"Si pica, cura" mientras ponían agua oxigenada en una rascadita. Y en x tiempo, como si no pasase nada, pero además con el saber de cómo no se debe hacer algo, porque siendo como eres acabarás hiriéndote......

Hola, soy yo, eso cura y después hay piruleta de premio por no llorar. La vida no es una mierda! la mierda enriquece la vida a base de enseñanzas básicas que pasan a disfrutar de Dios y ser FELIZ, que no ser imbécil o superficial. Te has rasgado las rodillas, las manos y la frente en el parque? pues venga, H2O2, aguanta el tirón y a seguir jugando. Y esta vez no te tires del tobogán por el lado de las escaleras para volar como Zupermán!!   Tíos, Dios es bueno y sabe lo que hace, fijémonos. Vale la pena que nos de agua oxigenada, y mucho.

viernes, 8 de julio de 2011

En plena mar y a toda vela.

   Creo que es básico saber que un navío se mueve gracias al aprovechamiento del viento y la marea, fenómenos que no se ven ni se preven, y que nos ayudan a determinar un rumbo o dirección.
  Del mismo modo, para un barco, sortear obstáculos tales como los arrecifes es tarea arto complicada, si además la embarcación es nucleo de tempestad y/o tormenta; contando con que estos pueden no ser visibles en la superficie.
 
    Sacando punta a esta situación, es fácil darse cuenta de que uno nunca fue, es, o será dueño de su vida. Si no de cómo afronta las circunstancias con los medios que se le dan. Medios que se ven, e incluso son creídos como posesión de uno: el navio mismo, o sus camarotes, sus cañones en banda, los trinquetes, la mesana, sus botes, aparejos, cabos o timón. Son sólo, única y exclusivamente medios para viajar en este mar de "nuestra" vida. La cual tampoco hemos hecho, creado o imaginado para después vivirla. Una vez no fuimos y ahora somos. Simplemente tenemos vida. Por lo que podemos deducir que se nos a confiado, dado, regalado. ¿Por quién o qué? Zeus, Júpiter, Yahvéh, Alá, Abudad, Jnum, Kénos, Yúcahu...; ¿qué más dará el nombre? El hecho es que vivimos, y vivimos sin haberlo elegido. Mil gracias por pensar que podría formar parte de este mundo. Creo que quiero navegar por los mejores mares que hayas colocado para embarcaciones como la mía. ¡Ahí voy, viento en popa a toda vela!

martes, 28 de junio de 2011

Malísima decisión

Al único que puede
y me hace desestabilizar
el equilibrio del camino a mi felicidad.

El que me lo crea impenetrable,
denso, verdaderamente estrecho
hasta el punto en que,
simplemente, caigo.
Sordo, mudo, ciego,
desesperado y aterrorizado.

El peor de los infiernos,
tu infierno, tu mundo, tú.
Para ti pequeño caballero,
el único atajo a la vía
es la buena y sudada venganza.
Pues nunca nadie se ha podido a sí mismo.

Espera un segundo,
o un tiempo inconcreto,
suspira y contémplate solo.
Totalmente uno
contra la oscuridad al completo.

Véngate. Véngate de ti mismo.
Pisa fuerte y estabiliza
los pasos en tu camino,
tu verdad: tú. Muere o morirás.

Y por fin, luz,
brisa corriendo por tu piel.
Vuelve a suspirar y sonríes.
Porque es tan dulce al paladar de tu vida
la venganza a tu ego,
que los demás ya te llenan,
te amplían, te mejoran.

Venganza a mi, por mi.
A lo que también
por cada uno de los viandantes.




Guillermo Díez Deustua

sábado, 18 de junio de 2011

Cómo te lo digo?

Lo que extraño es lo que quiero,
y en ocasiones no deseo.
Lo que tengo no lo veo,
y lo que quiero es lo que tengo.

A quien le debo, le debo todo,
lo entrego todo y no lo niego.
¡Te echo de menos! Tanto tiempo,
te echo en cara que te quiero.

Es tu culpa, no la mía.
¿¡Qué te he hecho!?
Te he hecho todo,
no me miento.

No hay razones que entender,
sólo alma que querer.

Eres bueno y no lo veo,
hace años que te entiendo.
Pero es tanta mi ignorancia,
es tan negro el paso mío,
que no entiendo lo que tengo.

Ocasiones todas, y muy pocas.
Yo me esfuerzo en tu silencio,
tan astuto mensajero.




Guillermo Díez Deustua